PASEANDO CON PAPÁ



 Agarrada a la mano de mi padre

solía pasear por la ciudad

aunque no era ninguna novedad

porque cada domingo sucedía.

A veces visitábamos museos,

yo lo miraba todo y sonreía.

Cuando volvíamos de los paseos, 

él me compraba dulces y tebeos.

Días repletos de felicidad,

aunque no era ninguna novedad.

LAS PERDONO.

 


En mi pequeño jardín

he plantado un limonero,

con cariño y con esmero

le doy cuidados sin fin.

Pero, al llegar el verano,

a mi arbolito lozano

han venido las hormigas,

enemigas.


Antes de decir amén

las flores le han devorado

y la tierra han perforado

quitándole su sostén.

Menudo daño le han hecho,

me lo han dejado maltrecho,

¡Mal porvenir les auguro,

sin futuro!


Aún no tengo decidido

si indultaré a las culpables:

¡por sus actos deleznables

los limones he perdido!

Me debato ante la duda,

¡no es disyuntiva menuda!

Pero después reflexiono...

¡Las perdono!




AMORES MÁGICOS


Era una bruja malvada

que volaba en una escoba,

además era muy boba,

muy ceporra, muy pesada

y encima muy depravada.

Era una arpía granuja

que comía cascaruja,

y tenía malas maneras

vulgares y muy groseras.

Total, un asco de bruja.


Y como era una agonías

y también mala persona

resultaba campeona

inventando fechorías

tenebrosas y sombrías.

Pero un mago apareció

y con ella utilizó

la magia de su chistera

para hacerla prisionera

y el corazón le robó.


Y aunque antes era malvada,

sucia, fea y disruptiva

ahora ha quedado cautiva

y se ha vuelto casi un hada

desde que está enamorada.

Y su carácter de hiel

se ha tornado pura miel,

tanto, que es empalagosa

y vuela cual mariposa

en un alado corcel.



TETRÁSTROFO CAÓTICO

 



Alejada, tal vez, de lo modélico

escribo este poema algo lunático

sentada en la terraza de mi ático

decorado de modo psicodélico.


Se trata de un jardín casi selvático,

perfumado con plantas aromáticas

en tiestos y macetas medio erráticas:

así no me parece tan estático.


Las de abajo, que son chicas simpáticas

me dicen que lo encuentran muy exótico,

-no sé si pensaran que es estrambótico

porque ellas siempre han sido muy pragmáticas-.


Pero bueno, todo esto es anecdótico...

Perdí el hilo de forma catastrófica,

yo quería ponerme filosófica

¡y acabé con un poema harto caótico!






ESCRIBIENDO (Parrandillas)


 Si la inspiración me llega

no lo pienso demasiado

y escribo de muy buen grado

porque rimar me sosiega.

Me enfrento a la ardua tarea

y desarrollo la idea,

aporreando el teclado

sin cuidado.


Como escribir me fascina,

y me deja concentrada,

ya no me acuerdo de nada;

me olvido de la cocina,

de tender la lavadora

o pasar la aspiradora,

y si tengo que almorzar

voy al bar.


Las horas pasan volando,

compongo sin dilación,

aprovecho la ocasión

y sigo versos juntando.

Pero luego, de repente

se acaba completamente

de manera misteriosa,

y a otra cosa.





LA NOCHE Y EL DÍA


 

La noche en calma, estrellas en el cielo,

el susurro del aire en el cristal,

el maullido de alguna gata en celo

rompe el silencio. Abro el ventanal,

dejo vagar mi mente en el desvelo;

me recojo, en sentido espiritual.

Horas silentes de la madrugada

en las que me contemplo derrotada.


Despunta el alba, tímida y renuente,

dando paso a la luz y a la esperanza;

la vida sale al paso de la gente

que emprende la jornada con confianza.

Me aferro con consciencia a mi presente

obviando lo que esté en la lontananza.

Horas alegres, sol de mediodía,

barred al punto mi melancolía.



¡LÁSTIMA DE VIDA! (Villanela)

 



Hoy me encuentro dolorida

y sin ganas de hacer nada

¡Ay, qué lástima de vida!


La jornada está perdida

porque estoy triste y cansada

hoy me encuentro dolorida.


No es que me sienta abatida,

sino que soy complicada.

¡Ay, qué lástima de vida!


Estoy de calor fundida

decaída y agostada,

hoy me encuentro dolorida.


Ya me siento deprimida

y aún no empezó la jornada.

¡Ay, qué lástima de vida!


Mi musa es muy aburrida

y no me tiene inspirada.

Hoy me encuentro dolorida,

¡ay! qué lástima de vida.


MIRANDO POR LA VENTANA (Maillet)


 Mirando por la ventana

he visto el cielo nublado,

no me gusta demasiado,

de salir no tengo gana.


Otro día que transcurre

mirando por la ventana

la realidad cotidiana

es anodina y me aburre.


Hago lo mismo que ayer,

y el resto de la semana;

mirando por la ventana

me olvido hasta de comer.


Aunque no me siento ufana

hay algunas cosas ciertas:

me paso las horas muertas

mirando por la ventana.







TALLER DE ESCRITURA



Hoy el taller de escritura

ha llegado a su final,

me ha parecido genial

y por eso en la clausura

quiero hablar de la figura

de Irene, que fue crucial,

pues me supo motivar

para volver a escribir

expresando mi sentir

y luchando sin cuartel

con ese blanco papel,

que tanto me hace sufrir.


Elocuente y expresiva

es una oradora nata,

siempre simpática y, grata,

que se muestra comprensiva

si alguno mete la pata.


Con vosotros disfruté

cada verso y cada historia,

quedaréis en mi memoria,

por siempre os recordaré.

Que la prosa y la poesía

nos reúnan nuevamente

y que en el curso siguiente

podamos con alegría

celebrar su compañía.


 


EL TRAPECIO (Maillet)

 



Cual si fuera en un trapecio.

volando de arriba a abajo

hago maillets a destajo

aunque parezca algo necio.


No es que sea arduo trabajo

cual si fuera en un trapecio.

lo digo sin menosprecio;

bocarriba... bocabajo...


Así que me pongo al tajo,

aunque esto no tiene precio.

Cual si fuera en un trapecio,

en cuanto pueda me bajo.


Es un esfuerzo tan recio

que me suda hasta el refajo,

he acabado hecha un pingajo,

cual si fuera en un trapecio.





NO HAGO COSAS DE PROVECHO (Villanela)



 No hago cosas de provecho,

estoy hecha una agonías:

nada me sale derecho...


Tumbada, mirando el techo,

se me pasan muchos días;

no hago cosas de provecho...


Nunca doy el do de pecho,

pues no tengo calorías,

nada me sale derecho.


Y me pregunto: Qué he hecho?

Las horas están vacías.

No hago cosas de provecho.


Se ve que estoy en barbecho

a la espera de energías,

nada me sale derecho.


Me recostaré en el lecho

y pensaré poesías;

no hago cosas de provecho,

nada me sale derecho.


EL QUID DE LA CUESTIÓN (ZÉJEL)

 

Es el quid de la cuestión

poner en todo ilusión.


Una niña primorosa

bordaba una mariposa

con hilo de color rosa

y mucha concentración.

Es el quid de la cuestión

poner en todo ilusión.


Mientras su hermana danzaba

y una canción entonaba,

a su alrededor giraba

por toda la habitación.

Es el quid de la cuestión

poner en todo ilusión.


La madre que las veía

dulcemente sonreía,

de esperanza y alegría

rebosante el corazón.

Es el quid de la cuestión

poner en todo ilusión.





AL SON DE LA RIMA

 

Poniendo mi corazón

y de alegría revestida

me apresto muy complacida

a echarle imaginación.


Busco de la rima el son

y como soy atrevida

nunca me doy por vencida

y escribo con convicción.




Os confieso mi afición

pues es cosa divertida

modelar la idea surgida

con cariño y con tesón.


Tras escasa reflexión

la poesía concebida

ha quedado concluída

con cierto tono burlón.


No sé si pedir perdón

porque está poco pulida,

un poquito relamida

y algo pobre de expresión.




CALOR EXTREMO

 


Aún no ha llegado el verano

y ya voy abochornada,

con sudores,

el calor es inhumano

y hasta dejé relegadas

mis labores.


Asfixiada por la calle

el abanico meneo

con destreza,

y mientras cimbreo el talle

con el calor me mareo

¡qué tristeza!


Tengo un deseo salvaje

de largarme, sin tardar,

a la playa,

y al hacer el equipaje

no me quisiera olvidar

la toalla.


Ni tampoco el protector

el sombrero, la sombrilla,

ni el pareo;

y tras darme el bronceador

me marcharé por la orilla

de paseo.





LA ALEGRÍA (Villanela)

 


Siento una gran alegría

cuando la música suena

y fluye la vida mía.


Esa dulce melodía

de sosiego y paz me llena,

siento una gran alegría.


Con coraje y valentía

me bato contra la pena

y fluye la vida mía.


Desbordante de energía

estoy, pletórica, plena,

siento una gran alegría.


Me rodea la armonía

que mi corazón serena

y fluye la vida mía.


¡Que huya la melancolía

y salga el júbilo a escena!

Siento una gran alegría

y fluye la vida mía.

UNA VOZ MÁGICA

Ella canta en la mañana

asomada a su balcón

con júbilo e ilusión.

En la plaza una fontana

con su agua cristalina

se une a la voz argentina:

Es música encantadora

que enamora.


Los que pasan quedan presos

y se sienten admirados,

escuchando ensimismados

dicen: ¿Qué acordes son esos

que llegan a mis oídos

y traspasan mis sentidos?

Hacen sentir paz y calma

en el alma.


La chiquilla canta y canta

inocente ante el hechizo;

bajo el balcón un macizo

de jazmines se levanta

y un aroma disemina

que de alegría trasmina.

La vida se antoja plena

y sin pena.


Cuando la voz enmudece

muere el aroma a jazmines;

de los alegres jardines,

la magia desaparece.

El murmullo de la fuente

es un ruido simplemente.

Todos siguen su camino

anodino.

UN DÍA MÁS

 


Me despierta la luz de la mañana

y en mi cama, sin prisa, me demoro

al cabo de un momento me incorporo,

miro el cielo a través de la ventana,

y emprendo mi rutina cotidiana:

Intento mantener la lozanía

haciendo estiramientos a porfía.

Bebo agua, preparo el desayuno,

hago acopio de fuerzas y reúno

las pocas ganas de enfrentar el día.





DISFRUTANDO DEL VIAJE

 

Con la ilusión del viajero

voy marchando por la vida

animada y decidida,

con equipaje ligero

y el ánimo aventurero.

Disfruto de la llegada,

la salida, la parada...

cada estación me sorprende

y en todas ellas se aprende

que el tiempo se pasa en nada.






IRREDENTA DEVOTA

 


Irredenta devota de las clásicas,

escribo liras, décimas u octavas;

la estrofa me da igual:

una silva, un soneto, un madrigal…

todas resultan básicas.


Me supone una mística experiencia

encontrar la cadencia

y hallar la rima justa;

calzarla como un guante

y aguardar expectante

a que otra idea cruce mi cabeza.


 A ratos son las musas compasivas 

y alivian mi torpeza

mas, veleidosas por naturaleza,

en otras ocasiones son esquivas.


Pero no me impaciento:

manteniendo actitudes positivas

me bato contra el ritmo y el acento

para que encajen a la perfección,

y me da un subidón

cuando el poema doy por concluido;

de júbilo me inunda un estallido

y me desbordo de satisfacción.


ROMANCE DE LAS ALAS ROTAS


 

En la brillante mañana

de aquel memorable día

nos hicimos a la mar

con intenciones festivas,

todo el tiempo por delante

sin acuciarnos la prisa.

Los ojos llenos de amor,

la boca llena de risas;

navegábamos felices,

puesto el rumbo hacia las islas.

 

Bruscamente se acabó

nuestra jornada tranquila:

la naturaleza cruel

devino nuestra enemiga;

Poseidón, preso de celos,

tornó en huracán la brisa

y el agua, que estaba quieta,

sacó su furia marina.

Las velas, alas flexibles,

enloquecidas batían,

y el barco, perdido el rumbo,

avanzaba a la deriva.

Te aferrabas al timón

y el timón no obedecía,

el azafrán se partió

las palas se deshacían…

Con un esfuerzo supremo

apresaste un salvavidas

viniste hasta mí resuelto,

-yo estaba despavorida-,

me enlazaste fuertemente,

de manera decisiva;

y nos vimos, por los aires,

lanzados al agua fría;

la esperanza, por momentos,

se iba haciendo más exigua,

al luchar contra las olas,

como en una pesadilla;

tras denodados esfuerzos

arrastrando la fatiga,

por fin alcanzamos tierra

y allí caí de rodillas

sintiéndome afortunada

por conservar aún la vida.

A lo lejos, el velero,

a las aguas sucumbía:

después de eternos instantes

se ocultó de nuestra vista

y nos despedimos de él

con una pena infinita.

EL DETECTIVE

 


Soy un sabueso genial,

huelo el crimen a distancia,

investigo con constancia

combatiendo siempre el mal. 

Y a mi agudeza mental

no se le escapa una pista;

no hay caso del que desista,

ni sospechoso al que absuelva

ni crimen que no resuelva

al primer golpe de vista.

 

Si he de ponerme un disfraz,

lo mismo que Mortadelo,

no me corto yo ni un pelo;

pues soy osado y audaz

al tiempo que perspicaz.

Mi labor apasionante

no me concede un instante

de calma, me quita el sueño;

en escudriñar me empeño

con un afán incesante. 


Me dedico con pasión

a husmear por todas partes,

-da igual domingo que martes-,

recabando información. 

Mi vida es mi profesión

y no abandono la presa

hasta que al final confiesa,

dándome por bien pagado

si veo al reo encerrado,

pues mi recompensa es esa.



EL ASTRONAUTA

 


Mamá, cuando sea mayor

yo quiero ser astronauta

y en un cohete espacial,

propulsado por las llamas,

iré rumbo a las estrellas,

dentro de un traje de plata.

Veré alejarse la tierra,

disiparse las montañas,

veloz, lo mismo que un rayo

que por el cielo cruzara.

Y con la luz de la luna

pienso hacerte una guirnalda

y le prenderé una estrella,

la más bonita que haya:

Lucirás resplandeciente

como si fueras un hada.

¡Qué orgullosa vas a estar

de mí y de mis hazañas!