Hoy llegó por fin el día
en que con mucha ilusión,
-lo digo con emoción,
lo digo con alegría-,
miro a los niños marcharse
contentos, de vacaciones.
Se oyeron mis oraciones,
llegó la hora de largarse.
Me imagino a sus papás
angustiados y afligidos,
diciendo, muy desvalidos,
"¡Esto no lo aguanto más!"
¡Ay! Esos locos bajitos,
-como decía Serrat-
que no te dejan en paz
y no hacen caso ni a gritos.
Pues ahora les toca a ellos
aguantarlos un poquito
que a mi se me importa un pito
si se mesan los cabellos.
Hasta septiembre ya puedo
descansar de la batalla,
ni tener que decir “¡Calla!”
ni torear en el ruedo.
Lo que acabo de escribir
pedagógico no suena,
pero es verdad de la buena
Y lo tenía que decir
Vacaciones de verano
hoy os doy la bienvenida:
Me entrego a la buena vida
y a estar mano sobre mano.
en que con mucha ilusión,
-lo digo con emoción,
lo digo con alegría-,
miro a los niños marcharse
contentos, de vacaciones.
Se oyeron mis oraciones,
llegó la hora de largarse.
Me imagino a sus papás
angustiados y afligidos,
diciendo, muy desvalidos,
"¡Esto no lo aguanto más!"
¡Ay! Esos locos bajitos,
-como decía Serrat-
que no te dejan en paz
y no hacen caso ni a gritos.
Pues ahora les toca a ellos
aguantarlos un poquito
que a mi se me importa un pito
si se mesan los cabellos.
Hasta septiembre ya puedo
descansar de la batalla,
ni tener que decir “¡Calla!”
ni torear en el ruedo.
Lo que acabo de escribir
pedagógico no suena,
pero es verdad de la buena
Y lo tenía que decir
Vacaciones de verano
hoy os doy la bienvenida:
Me entrego a la buena vida
y a estar mano sobre mano.
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