ODA A MI MALETA





Siempre lleva mis cosas personales
mis falditas, mis blusas, mis zapatos
y también mis poemas, mis relatos
e incluso algunos libros especiales.


Subo al tren,  la coloco con recelo
en el compartimento que le toca,
vigilando, por si alguien se equivoca
y me quedo sin ropa y sin consuelo.


Nunca olvido meter un par de guantes,
un gorrito, las medias, calcetines
un fular, un collar  y unos  chapines
por si voy a reuniones elegantes.


Sea dura o flexible la maleta,
con ruedas, con correas o con asa
de tamaño gigante o muy escasa
puede ser llamativa o bien discreta.


Lo peor que me puede suceder
cuando vuelvo  cansada de viaje
es notar, al buscar el equipaje
que, de nuevo, me la han vuelto a perder.


Escudriño la cinta, muy ansiosa
de saber si el asunto bien termina;
de pronto se levanta la cortina...
¡y veo mi maleta tan preciosa!


Con mi rimel , mis pinzas, mis cremitas,
mi secador de pelo y mi pijama
si me encuentro sin ella ¡vaya drama,
quedarme sin mis cosas favoritas!

Oh, maleta, mi útil compañera
que conmigo te vienes por el mundo
yo te alabo con ánimo rotundo
y por eso te canto, a mi manera.


1 comentario:

  1. Recomendaba Machado
    ir ligero de equipaje,
    mas tú llevas un tinglado
    cada vez que vas de viaje.

    (Soy CAPITULO_II).

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