Me he levantado a escribir
lo mismo que cada día:
tanto se me da un soneto
como una cuaderna vía.
Me preguntaba: ¿qué haré?
una octava o redondillas?
pareados, serventesios,
cuartetos o seguidillas…
Y ahora no sé qué decir…
la rima se me atraviesa
y es que hoy no tengo más musa
que la de la mayonesa.
Pienso que deben estar
en otras ocupaciones.
O, como dijo Serrat,
andarán de vacaciones.
¿Y si, sin notificarlo,
me han echado del Parnaso?
Interpondré una querella…
pero no me harán ni caso.
No sé si voy a elevar
estas quejas a las Cortes,
¡hasta ahí podíamos llegar
con los malditos recortes!
O mejor lo voy dejando
y me dedico a otra cosa,
que alguno andará pensando:
¡vaya una poetisa sosa!
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