EL LUDÓPATA

En un club muy elegante,
trabaja Bea, de cantante,
pero conoce a Ramón, 
que va a ser su perdición.

Ramón es un jugador, 
guaperas y seductor,
que en el casino gastaba 
cualquier euro que encontraba.

Como trabajo no tiene, 
cada día a verla viene,
y al terminar de cantar 
siempre se van a bailar.

La pasta se le ha acabado 
y más euros le han prestado,
pero Ramón no sabía 
en el lío que se metía.

Los de la mafia han venido 
y así se lo han advertido:
-O devuelves el dinero 
o te pelamos al cero.

Como el plazo ya ha expirado, 
él está desesperado,
No se le ocurre otra idea 
que pedir la pasta a Bea.

Bea pone el grito en el cielo 
y llora con desconsuelo.
¿Para eso me quería? 
¡Ay! ¡Qué desgracia la mía!

Mas como ella sí lo quiere 
y por sus huesitos muere,
los ahorros de su vida 
se los entrega enseguida.

Aunque antes le va a jurar 
que nunca más va a jugar;
y como no cumpla el pacto, 
que lo mata ipso-facto.

Los  meses han transcurrido 
y Ramón se ha convertido
en un muchacho ejemplar 
que no sale de su hogar.

A Bea le debe la vida, 
mas la tiene aborrecida,
porque ahora todo su anhelo 
es poder alzar el vuelo.

Y el día menos pensado, 
Ramón le dijo, taimado,
-me voy a comprar tabaco- 
y ya no volvió, el bellaco.
...





No hay comentarios:

Publicar un comentario