Atraviesa la bruma de coral
una gruesa pared, el aguacero
inunda la mañana y la derrumba.
Paraguas por la calle sin futuro
que alargan las siluetas hacia el cielo.
Los fantasmas humanos y divinos
marchan ajenos, dentro de sus pieles;
un trueno que retumba en el azul
rompe el silencio álgido del día.
Hormigas negras desde mi atalaya
serpean como ánimas dolientes.
2 comentarios:
Preciosos versos para una mañana tormentosa. Hacéme un huequito en tu atalaya, traje el tapabocas. Un abrazo poeta linda!!
Te espero aquí arriba. Un besazo.
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