Atraviesa la bruma de coral
una gruesa pared, el aguacero
inunda la mañana y la derrumba.
Paraguas por la calle sin futuro
que alargan las siluetas hacia el cielo.
Los fantasmas humanos y divinos
marchan ajenos, dentro de sus pieles;
un trueno que retumba en el azul
rompe el silencio álgido del día.
Hormigas negras desde mi atalaya
serpean como ánimas dolientes.
Preciosos versos para una mañana tormentosa. Hacéme un huequito en tu atalaya, traje el tapabocas. Un abrazo poeta linda!!
ResponderEliminarTe espero aquí arriba. Un besazo.
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