LA NOCHE



La noche estaba silente
y coronada de estrellas
-ya sé que es lugar común-
pero resultan tan bellas…

No me canso de mirarlas
en mi hamaca, boca arriba,
envueltas en su halo oscuro
¡qué noche tan atractiva!

Es verano y un mosquito
me zumba alegre en la oreja
en la negrura total
cazarlo es tarea compleja.

Su picadura me temo
pero lo olvido al instante;
sigo absorta, embelesada,
miro la luna brillante.

Son esas horas nocturnas
que invitan a confidencias,
cuando los burros son pardos
y engañan las apariencias.

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