Confieso
aquí mi adicción
al
chocolate más puro
sea
en natilla o sea del duro
es
mi dicha y mi pasión.
En
cuanto el verano llega
me
lo preparo en helado,
me
sale que ni pintado;
y
si con licor se riega
se
resuelve una gran pega
pues
ya no se cristaliza,
-cosa
que a mí me horroriza
-
-
permanece
tan cremoso
que
resulta milagroso.
¿Sabes
cómo se realiza?
Haz
primero unas natillas
con
leche, azúcar y huevo,
añádele
nata luego
batida
con las varillas
-resultarán
muy sencillas-
No
olvides el chocolate
y,
una vez rallado, bate
hasta
que esté amalgamado
y
una crema haya formado;
el
licor, como remate.
Mételo
al congelador
sin
dilación, de inmediato,
y
muévelo a cada rato
para
que salga mejor,
-con
cuchara o tenedor-,
y
cuando esté bien helado
y
compacto haya quedado
te
sirves una porción:
te
embargará la emoción
y
quedarás extasiado.
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