Tengo un perro grandullón
que es un pedazo de pan,
tan fuerte como un titán,
de carácter bonachón.
Es más dulce que un bombón
aunque sea un malandrín,
sabe que me hace tilín
porque se porta muy bien,
cuando yo le grito: ¡Ven!
viene alegre y saltarín.
No hay comentarios:
Publicar un comentario