CONTRA SOBERBIA, HUMILDAD (DÉCIMAS)



Quizás debiera callar,
pues sé bien que es osadía
que pluma como la mía
quiera sobre esto opinar.
Pero lo voy a intentar
y os dejo mi apreciación:
pienso que tengo razón
para componer mi estrofa,
y no me toméis a mofa
porque es ardua la cuestión.


Ya veis que son muy modestos
estos versos que os dedico,
ni muestro un lenguaje rico
ni grandilocuentes gestos.
Sé que esos vicios funestos,
-los pecados capitales-,
son raíz de muchos males.
Contra soberbia, humildad,
poned buena voluntad
y mostraos fraternales.



Os conmino pues, hermanos,
a escapar de la arrogancia
del desdén y la jactancia
y a mostraros siempre llanos.
Ya sé que somos humanos
vanidosos, engreídos,
altaneros, presumidos
en busca de los laureles,
mas si a la humildad sois fieles
quedaréis enaltecidos.  


Ya lo decían las monjas,
aquellas que me educaron
y que tanto me enseñaron:
¡Hay que huir de las lisonjas!
Y nosotras, como esponjas
absorbimos la doctrina,
buscando gracia divina:
¡Sé siempre buena y modosa;
la soberbia es mala cosa,
es perniciosa y dañina!


2 comentarios:

  1. Hermoso, como siempre, justo lo que necesitaba para sentirme genial :D

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    1. Buenas Diegolaso. ¿como siempre —dices—? ¿Acaso ya me has leído antes..?
      Gracias por venir. Un saludo cordial.

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