TRISTE INVIERNO


La primavera me encanta,
es mi estación predilecta,
pues en la sangre me inyecta
el vigor que me levanta.

Pero el invierno ladino,
al contrario, me deprime
y la alegría me suprime,
queda todo tan mohíno…

Que hasta las ganas me roba
de cumplir con mi trabajo,
me siento como una boba,

con el ánimo tan bajo
que no muevo ni una escoba
porque estoy hecha un pingajo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario