DESCONECTADA




Vengo desde otro planeta
sin ataduras virtuales
donde no hay redes sociales
y aún se escribe en la libreta.


Leer, comer, dormitar,
sin enganches electrónicos
y sin hilos telefónicos...
andar, dormir y charlar.


Sin onda electromagnética
y sin magma electrostático
sólo algún soñar errático
sin actividad frenética.


El wassap allí no llega
y no te roba la calma,
con el runrún de su alarma
 la paliza no te pega.

Estar sin televisión,
ni internet ni zarandajas,
tiene sus grandes ventajas...
¿Me dais o no la razón?




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