EL RAP DEL MOVIMIENTO


Esta música que suena 
me invita al movimiento
y muevo mis caderas
 casi sin tomar aliento.

Me levanto de la silla, 
me paseo por el salón
sacudiendo la cabeza, 
¡excitante sensación!

Parece que tengo alas 
pues me siento levitar
la alegría me va invadiendo 
mientras bailo sin parar.

Poseída por el ritmo 
se me olvidan mis temores,
cimbreando las caderas, 
voy calentando motores.

Y después de cuatro bailes, 
convertida en huracán
parezco una furia viva 
y erupciono cual volcán.

He salido de mí misma 
y me muevo tan ligera…
¡Que ni sé cómo explicar 
sensación tan placentera!

No me mires desde ahí, 
ya verás que es divertido,
ponte a bailar como un loco, 
como si estuvieras ido.

Déjate llevar sin miedo 
moviendo todo tu ser
y disfruta alegremente 
de tan inmenso placer.



LA ESPERANZA


La esperanza es una llama

que anida en el corazón,

como el pájaro en la rama;

búscala en toda ocasión.



Aunque razones no haya

para sentirla bien dentro,

intenta trazar la raya

entre tristeza y contento.



Y si la vida, un buen día,

esquiva te da la espalda,

sigue la luz de esta guía

de color verde esmeralda.



Aférrate a tu esperanza

para mantenerte vivo,

haz inclinar la balanza,

hacia el lado positivo.

LA RESPUESTA



Una respuesta me pide
y yo no sé qué decire,
porque me da miedo herirle;
y temo que se suicide.

Mas si le digo que sí,
soy yo la que se suicida
me espera muy mala vida
sin ardor ni frenesí.

¿Qué hacer?, terrible dilema
me tengo que decidir:
o me apresuro a mentir
o tendremos un problema.

He de buscar una excusa
que me haga salir airosa,
pues no quiero ser su esposa,
pero estoy algo confusa.

¿Cómo decirle que yo
de otro estoy enamorada,
que con sólo una mirada
el corazón me robó?

Que tiene gracia y salero,
alegría y buen humor…
resumiendo, que es mi amor
y es el hombre que yo quiero.

¡Ya tengo la solución!
le diré que me hago monja,
que se ahorre la lisonja
porque esa es mi decisión.

Y una vez en el convento
por la puerta de atrás salgo
y a mí que me echen un galgo,
que volaré como el viento.






LOS MARX




Soy ferviente admiradora
de este trío de alucine
que desarrolló en el cine
su agudeza encantadora.

Aquel sujeto alocado,
un Don Juan de tres al cuarto
con un bigote de infarto
bajo la nariz pintado.

Otro de estilo italiano,
con la cara más bien dura
y que no tenía hartura
en trapichear cual villano.

Y un tercero discordante
que alborota sin hablar
y no para de enredar
incordiando a cada instante.

Absurdos, disparatados
con conductas demenciales,
caóticos integrales,
y siempre desenfadados.


 Ese humor tan incoherente
descabellado y errático,
para nada diplomático,
audaz y siempre insolente,

me hace disfrutar gustosa
con sus salidas geniales,
sus números musicales
y su agudeza pasmosa..