Me despierta la luz de la mañana
y en mi cama, sin prisa, me demoro
al cabo de un momento me incorporo,
miro el cielo a través de la ventana,
y emprendo mi rutina cotidiana:
Intento mantener la lozanía
haciendo estiramientos a porfía.
Bebo agua, preparo el desayuno,
hago acopio de fuerzas y reúno
las pocas ganas de enfrentar el día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario