Tras un largo tiempo ausente,
alejada de mi musa
-y creyendo que era obtusa-
se me ocurrió de repente...
Que debía poner a prueba
mis neuronas distendidas
-que suponía dormidas-
con alguna poesía nueva.
Quise volver a escribir
y llegó la inspiración;
¡qué tremenda sensación
la de sentirme fluir!
Ahora solo faltaría
enarbolar los pinceles
-o el carbón o los pasteles-
y de gozo estallaría.
Pero solo de pensarlo
ya me ha entrado la pereza
y decido con firmeza
que lo mejor es dejarlo.
Me encanta la pereza, pues es la madre de todos los vicios, y yo... Bueno, en fin... Un placer leerte de nuevo. Por cierto, ¿hay algún sitio donde poder ver todas tus pinturas?
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu "¿feliz Navidad?" Tuve la impresión de que me entendías.
(¿Creías que te ibas a librar de mis comentarios en verso?)
ResponderEliminarRegresas con el invierno,
retornas con la lotería,
y volvemos a leernos:
tú mis ripios, yo tu poesía.
Podríamos hacer un trueque,
y a cambio de tu pereza,
yo te doy, en cuanto seque,
medio folio de tristeza.
Me encantan esos ripios que no lo son. Y además ¿qué hago yo con medio folio de tristeza? Si viene en verso, mejor dame un folio entero y por las dos caras.
ResponderEliminarGracias por pasar a hacerme una visita.