quedó con
unas amigas
para ver la procesión.
para ver la procesión.
Se ha
arreglado con esmero,
aunque no es nada coqueta,
aunque no es nada coqueta,
se ha colocado un buen traje,
su mantilla y su peineta.
su mantilla y su peineta.
Piensa
pedirle a la Virgen
con acendrado fervor
con acendrado fervor
que encuentre por fin un novio,
pues se le pasa el arroz.
pues se le pasa el arroz.
Mientras
canta una saeta,
¡ay, que triste situación!
¡ay, que triste situación!
le ha
impactado una maceta
caída desde un balcón.
caída desde un balcón.
Rosita,
inerte en el suelo
está sin conocimiento;
está sin conocimiento;
mientras
llega la ambulancia
va a exhalar su último aliento.
va a exhalar su último aliento.
Pero en
medio del gentío
aparece un nazareno
aparece un nazareno
pidiendo que
le abran paso
porque dice que es galeno.
porque dice que es galeno.
Llega rápido
y la atiende
haciéndole el boca a boca;
haciéndole el boca a boca;
ella recobra
el sentido
y de amor se vuelve loca.
y de amor se vuelve loca.
Mientras lo
mira embobada
suspira con desconsuelo
suspira con desconsuelo
pues piensa
que ya se ha muerto,
y que es un ángel del cielo.
y que es un ángel del cielo.
Pero el
médico también
ha sentido aquel flechazo
ha sentido aquel flechazo
y para
reconfortarla
la envuelve en cálido abrazo.
la envuelve en cálido abrazo.
Y en ese
momento pasa
la Virgen del gran Dolor,
la Virgen del gran Dolor,
Rosita le
guiña un ojo
y le agradece el favor.
y le agradece el favor.
De esta manera termina
una tarde accidentada,
una tarde accidentada,
¡Rosita está muy feliz
y no hay que lamentar nada!
y no hay que lamentar nada!
Hola preciosa, vaya derroche de talento, menuda historia en verso. Como creo haberte dicho alguna vez, me recuerdas la Venganza de D. Mendo, hablar contigo debe ser algo así, jajaja.
ResponderEliminarMe ha gustado muchísimo y me alegro de haber pasado por aquí, pues por el Mono ya hace bastante que no entro.
Espero te vaya todo genial... trabajo y vida personal.
Muchos besos encanto.