UNA VOZ MÁGICA

Ella canta en la mañana

asomada a su balcón

con júbilo e ilusión.

En la plaza una fontana

con su agua cristalina

se une a la voz argentina:

Es música encantadora

que enamora.


Los que pasan quedan presos

y se sienten admirados,

escuchando ensimismados

dicen: ¿Qué acordes son esos

que llegan a mis oídos

y traspasan mis sentidos?

Hacen sentir paz y calma

en el alma.


La chiquilla canta y canta

inocente ante el hechizo;

bajo el balcón un macizo

de jazmines se levanta

y un aroma disemina

que de alegría trasmina.

La vida se antoja plena

y sin pena.


Cuando la voz enmudece

muere el aroma a jazmines;

de los alegres jardines,

la magia desaparece.

El murmullo de la fuente

es un ruido simplemente.

Todos siguen su camino

anodino.

UN DÍA MÁS

 


Me despierta la luz de la mañana

y en mi cama, sin prisa, me demoro

al cabo de un momento me incorporo,

miro el cielo a través de la ventana,

y emprendo mi rutina cotidiana:

Intento mantener la lozanía

haciendo estiramientos a porfía.

Bebo agua, preparo el desayuno,

hago acopio de fuerzas y reúno

las pocas ganas de enfrentar el día.