Mujer, en tu hogar sagrado,
feliz transcurre tu vida
trabajando complacida:
¡Es lo que siempre has soñado!
Es tu reino la cocina
donde alegre te realizas.
Las sartenes organizas
con discreción femenina.
Con amor y sacrificio
le preparas a tu esposo,
con un talante gozoso
y vocación de servicio
algún complicado guiso,
porque sabes que le gusta,
la faena no te asusta
y friegas contenta el piso
de tu casa, que impoluta,
mantienes abrillantada,
bien pulida y arreglada:
Dedicación absoluta.