¿Han pedido una ración
de gambas con gabardina?
¡Marchando!¡Oído, cocina!
¡verán qué buenas que son!
Y si el hambre aún les pica
yo les traeré otra remesa
untadas con mayonesa.
¡No han visto cosa más rica!
O unas gambas al ajillo
con un poco de picante.
O si quieren bogavante...
(yo les esquilmo el bolsillo).
Si prefieren un revuelto
con espárragos trigueros
y buenos huevos camperos
queda el asunto resuelto.
Y si no, unos langostinos
pasaditos por la plancha,
verán como les engancha
porque nos salen divinos.
¿Cuándo van a decidirse?
No les quiero meter prisa…
¡pero el cocinero avisa
de que es su hora de irse!