Alejada, tal vez, de lo modélico
escribo este poema tan enfático,
sentada en la terraza de mi ático
decorado de modo psicodélico.
Se trata de un jardín casi
selvático,
perfumado con plantas aromáticas
en tiestos y macetas medio
erráticas,
colocadas de modo asistemático.
Las de abajo, que son chicas
simpáticas
me dicen que lo encuentran muy
exótico,
-no sé si pensaran que es
estrambótico
porque ellas siempre han sido muy
pragmáticas-.
Pero bueno, todo esto es
anecdótico...
perdí el hilo de forma
catastrófica,
yo quería ponerme filosófica
¡y acabé con un poema harto
caótico!