Antes,
nunca en la vida, me enfrenté al sinueto,
lo
veo complicado, complejo y laborioso,
es
bastante intrincado y una pizca engorroso,
así
que voy servida si me enfrento a este reto.
Al
menos el soneto, mi estrofa preferida,
es
menos riguroso, lo tengo dominado,
pero
este es tan curioso que a hacerlo me he lanzado
y,
aunque nada prometo, allá voy decidida.
Aunque
empecé con brío, no acabarlo temí
la
cabeza me duele, se me nubla la vista,
siento
un escalofrío… pero llegué hasta aquí.
¡Ay!,
¿Quién me manda a mí meterme en este lío?
Por
hacerme la lista me va a dar un telele,
mas
ya lo conseguí. ¡Menudo desafío!
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