Las
musas en tropel hoy han venido
mezclando
en mi cabeza los sememas,
llenándome
de versos y poemas,
en
loco torbellino sin sentido.
Tan álgido dolor me han producido
que
se me han descompuesto los esquemas;
en
vez de inspiración, me dan problemas
y
noto atroz arritmia en mi latido.
¡Dejadme ya, pardiez!¡Qué impertinentes!
¿Por
qué nunca venís cuando os requiero
y
hoy acudís con ímpetu salvaje?
Sabed que oyendo el agua de las fuentes,
y
oliendo la lavanda y el romero
la
inspiración me llega del paisaje.
Se me había pasado esta poesía
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musas, a veces ni un Avemaría
y otras veces un rosario.
Yo me alegro de tu paso
Eliminary de que dejes tu huella
me place que me hagas caso...
¡Es que tengo buena estrella!