Cúbreme, Ángel, con tus alas
guárdame de todo mal;
si ves que escribo fatal
ven raudo y me lo señalas.
Ligero, como las balas...
pues será providencial
la ayuda espiritual
que tú, amable, me regalas.
Dime, por ejemplo, ahora
cómo acabo el sonetillo
que me acabas de inspirar.
¿Que lo borre sin demora
que te parece un ladrillo?
¡Pues yo digo que ni hablar!
Veo que sufres en la cárcel
ResponderEliminarde la rima y del vocablo,
buscas musas en un ángel,
luego te haces mala sangre,
y al final te inspira el diablo.
Nota: Personalmente, me fastidian mucho los que me responden en verso. Es como si el comentarista quisiera dárselas de listo y querer ser mejor que el autor. Unos insoportables.
Le doy a usted la razón
ResponderEliminary es que hay gente que da grima
echando mano a la rima
en cada contestación.
Me fastidia mogollón
que la neurona se exprima
y que encima me deprima
si hago una comparación...