LA FREGONA




Abnegada y sufrida la fregona,
con su mocho de tiras de bayeta,
nadie puede tildarte de coqueta,
tu figura grotesca no apasiona.

Te mueves sobre el suelo retozona
restregando con fuerza la loseta
mi mano con firmeza te sujeta,
ayudante cabal, sin ser persona.

Mis rodillas te cantan alabanzas
porque gracias a ti ya no padecen,
liberadas de míseras usanzas.

Silenciosas labores que carecen
de reconocimiento y de esperanza
pues trabajos forzados me parecen.


2 comentarios:

  1. Bellaaaaaaaaaaaa, la conocí allá por los 90¨· antes era Balde, lampazo y trapo,¡un suplicio!! Una poesía y homenaje a quién nos libró de estar agachadas y dobladas (y no quedaba bien) jajjajajja. Un abrazote Era preciosa y gracias, por acompañarme amiga.

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  2. Gracias siempre a ti, por tu estímulo y tus comentarios.
    Besazos.

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