LA BELLEZA.





La belleza me causa admiración
y una pequeña envidia muy malsana
pues pienso de la noche a la mañana
por qué a mí me privaron de tal don.

Y me causa tristeza y confusión
que el reparto se hiciera con desgana:
a esta le doy la perfección humana...
y para esa... un hermoso corazón.

Intentando el consuelo nos decimos
que el real atractivo está en el alma
y que el otro es efímero y se muere.

Así a esta falacia nos asimos
sufriendo la carencia con más calma:
El que no se conforma es que no quiere.

4 comentarios:

  1. Es verdad, a las poco agraciadas se les suele decir que son muy buenas personas...¡qué malos somos!. De todas formas es cierto que a los ciento cincuenta años todos nos parecemos, los guapos y los feos, pero creo que eso no a todos nos sirve de consuelo...

    De la estructura del soneto no te digo nada porque seguro estoy que ya te lo han diseccionado en Mono los expertos.Lo importante es que sigas componiéndolos.

    Un abrazo Eratalia

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    1. Gracias por pasarte por aquí, estimado amigo. Tus visitas se agradecen.
      Un abrazo.

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  2. En efecto, esa es la excusa, que somos bonitas por "dentro".

    Son refrescantemente humorísticos tus versos.

    Besos

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    1. Gracias por tus palabras Estela.
      Un abrazo para ti.

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